
La Catedral de Évora «protege» la ciudad desde la parte más alta, el lugar elegido para otros edificios icónicos de Évora como el Templo Romano de Évora (Templo de Diana), el Museo de Évora o el Fórum Eugénio de Almeida.
Pero vamos a la catedral. Para llegar, sólo tiene que subir la calle 5 de Outubro, una de las mejores para comprar artesanía de Alentejo. La Catedral de Évora, cuya construcción fue iniciada en 1186 y consagrada en 1204, fue concluida solamente en 1250. Es un monumento fascinante y imponente. Completamente en granito, hace la transición del estilo romántico para el estilo gótico.
Fue mejorada durante los siglos XV y XVI, por lo que son de esa época el coro alto, el púlpito, el baptisterio y el arco de la Capela de Nossa Senhora da Piedade o Capela do Esporão (1529). Esta capilla de la catedral de Évora es un testimonio singular de la arquitectura híbrida plateresca.
En el siglo XVIII, la catedral se ha tornado más rica con la construcción de la capilla mayor, apadrinada por el Rey Don João V. aquí, los mármoles provenientes de Estremoz asumen particular importancia en la sorprendente combinación con la rigidez de las líneas romano-goticas.

Pueden verse dos torres del período medieval de cada uno de los lados de la fachada de la Catedral de Évora. La torre del lado sur es la torre campanario, aquella cuyas campanas mandan en el tiempo de la ciudad. En cada uno de los lados de su portal existen espectaculares esculturas de Apóstoles, del siglo XIV, de autoría de Mestre Pêro.
Sin embargo, en el exterior de la Catedral de Évora, el cimborrio es el elemento arquitectónico más espectacular. La torre linterna del cruceiro de las naves, del tiempo del Rey Don Dinis, coronado por una aguja de escamas de piedra es, en realidad, el ex-libris de este monumento.
Además de la entrada en el pórtico principal, hay aún la Puerta del Sol, con arcos góticos, y la Puerta Norte, reconstruida en el período barroco.
La magnificencia de la Catedral de Évora también puede verse en las tres grandes naves en su interior. En la más alta, la nave central, está el altar de Nossa Senhora do Anjo (o Nossa Senhora do Ó). Está hecho en talla barroca, con imágenes góticas de la virgen María en mármol y del Ángel Gabriel. Aún en la nave central, se puede admirar el púlpito y un hermosísimo órgano de tubos del período renacentista.
Las antiquísimas Capelas de São Lourenço e do Santo Cristo y las Capelas das Relíquias e do Santíssimo Sacramento, decoradas con talla dorada, se abren en el transepto. Aquí, en la parte norte, está la espectacular puerta renacentista de la Capela dos Morgados do Esporão.

El coro es del periodo manuelino. La sillería de este coro quinientista de madera de roble con dibujos flamencos esculpidos retrata escenas mitológicas, naturalistas y rurales.
La Catedral de Evora incluye un Museo de Arte Sacro (Museu de Arte Sacra) con un espólio valiosísimo en las áreas de paramentos, pintura, escultura y joyería. Entre las varias piezas guardadas aquí, se destacan una Virgen del siglo XIII (Nuestra Señora del Paraíso – Nossa Senhora do Paraíso), la Cruz-Relicário do Santo Lenho (siglo XIV), el Báculo del Rey Don Henrique y la galeria de los arzobispos. Este museo está instalado en el antiguo Colégio dos Moços do Coro da Sé, edificio adyacente a la catedral.
Hay monumentos que, por sí solo, roban todas las palabras. La Catedral de Évora es uno de esos monumentos. Esta verdadera rareza se descubre poco a poco allá en el topo de la ciudad, en toda su gloria. No deje de visitarla y subir a la terraza para tener, desde lejos, la mejor vista de Évora.
Última entrada en el museo – 16:00
Última entrada para la vista panorámica – 16:30
El museo está cerrado en los lunes.
La catedral y el museo están cerrados en los días 25 de diciembre y 1 de enero.
Catedral + Museo: 4,00€
Catedral + Claustro + Vista panorámica: 3,50€
Catedral + Claustro: 2,50€
Catedral: 2,00€
Hay reducciones de precio para personas mayores, estudiantes y niños hasta 12 años acompañados de familiares (excepto para la visita solamente a la catedral)