
La Plaza de Giraldo es un icono de homenaje a Geraldo Geraldes, el Sin Pavor, pues fue quien conquistó Évora a los moros en 1167. Como agradecimiento por este enorme hecho, el rey Afonso Henriques le nombró alcaide de la ciudad y le concedió una posición importante en Alentejo, región que ayudaría a conquistar.
En el escudo de Évora podemos ver Geraldo Geraldes con su espada en puño, a cavallo, e a sus pies las cabezas del moro y su hija que vivían en el castillo que el guerrero atacó y donde se apoderó de las llaves de la ciudad.
Después de la ciudad de Évora estar en posesión de la corona portuguesa, el patrimonio constituido por esculturas y un arco de triunfo se mandó destruir para entonces edificar la fuente que ahora permanece uno de los centros de atención de la gente de Évora e de los turistas en la Plaza de Giraldo.
Esta fuente en estilo barroco es de mármol y tiene ocho canillas, cada una asociada a cada calle principal de Plaza de Giraldo. En la base existe una corona. De acuerdo con la historia popular, Filipe III de España, en 1619, entendió que la fuente era digna de ser coronada.

Aunque el agua continúe saliendo por las canillas, no es aconsejable beberla, ya que las palomas de la ciudad se apoderaron de la fuente para ahí beber y refrescarse durante las horas de calor!
Igualmente localizada en la Plaza de Giraldo se encuentra la Iglesia de Santo Antão (Igreja de Santo Antão), mandada construir también por el Rey Henrique. Ella fue la razón para que se destruyeron los monumentos circundantes a la plaza, puesto que cubrían la vista de la nueva iglesia.
Su construcción se inició en 1557. Adentro se destaca el raro frontal de mármol del altar mayor, que representa el Apostolado de la pequeña iglesia que antes ocupaba su espacio, la ermita de Santo Antoninho.
Esta iglesia, una de las más importantes de Évora, domina uno de los lados de la Plaza de Giraldo y apresenta 3 naves en su interior. Toda la restante construcción nos recuerda una iglesia salón. Fue clasificada como Inmueble de Interés Público en 1970.

Cuanto a la propia Plaza de Giraldo, la antigua Plaza Grande de Évora, fue considerada Monumento Nacional en 1910. Su suelo es de calzada portuguesa. En el lado opuesto a la fuente se puede encontrar la actual Agencia del Banco de Portugal, un edificio que estuve relacionado con la Inquisición, que tiene una fachada fantástica, llamando la atención de aquellos que pasan.
Por debajo de las arcadas, que todos buscan por su arquitectura y por la sombra, puede encontrar tiendas variadas y dos puntos esenciales a visitar: el famoso Café Arcada, con algunos de los mejores bollos de la ciudad; y la Papelaria Nazaré, la más antigua papelería de Évora.
En el lado opuesto de las arcadas, encontramos más tiendas y, no se olvide, aquí puede entrar en la Oficina de Turismo de Évora (Posto de Turismo), esencial para obtener cualquier información sobre lo que visitar en Évora.

En el medio de la Plaza de Giraldo, siéntese en una de las maravillosas terrazas y aproveche su descanso en Alentejo mientras admira las bonitas fachadas en estilo neoclásico y romántico. Fíjese en las interesantes lámparas en posiciones estratégicas en la plaza y en los escudos en la parte superior que rinden honor a Geraldo Geraldes, el Sin Pavor!
Debe visitar la Plaza de Giraldo lentamente, a pie, para disfrutar a tope de todos los detalles que ella ofrece, tanto las curiosidades visibles o quizás un poco escondidas o el ambiente de paz que transmite a los turistas y a los «eborenses» (así se llaman los habitantes de Évora), para quien la plaza es un lugar muy querido.